sábado, 23 de marzo de 2013

¿Por qué me casé?‏

Llegas a casa después de un día duro y largo en el trabajo.

Llegas pensando que tu desempleada y no tan inteligente esposa ha cocinado algo para la cena.

Te cuesta subir los escalones, te rebuscas la llave para abrir la puerta de la casa.

¡Que pasa!

La encuentras allí sentada en su trasero, viendo la televisión, comiendo la cena que cocinó solo ¡PARA ELLA!

Increíble, todo el día en la casa ¿y no pudo cocinar algo para ti…?

TE DICES DENTRO DE TI MISMO, UNA Y MIL VECES...



¿POR QUÉ ME CASÉ CON ESTA MUJER?



Ah, sí, sí...

¡YA ME ACORDÉ!


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